Les rêves des écume

Le musique: Natalia Lafourcade - Mujer Divina

Siempre he sido excesivamente grumpy.
Quizá mi educación siempre fue guiándome a ese estado,
me crié entre adultos llenos de libros,
de pequeña solía bajarme de mi cama para ir corriendo a la habitación de mi abuelo,
interrumpirlo en sus lecturas y sentarme en sus piernas a ver todos los caballos
que tenía en su escritorio, en su librero, en la pared.

Para mi leer es parte de la vida y cada etapa de mi vida fue marcada por un libro
que mi abuelo me regaló.
Leí los diálogos de platón con mi abuelo cuando solo tenia 10,
me hacia aprender de memoria párrafos enteros en griego, y por supuesto me los explicaba,
es el culpable de que sea tan directa y sarcástica, ya que cuando aprendí a leer mi primer libro fueron las tiras cómicas de mafalda.

Y así podría justificar mi mal humor,
mi poca paciencia para la gente.

Por si me lo preguntan, mi abuelo falleció apenas hace 7 meses.
No pude llorar por la noticia, a contrario, fui el regazo de muchos a mi alrededor que solo me daban lagrimas. A los pocos días de su muerte por fin pude llorarle y odiarle por haberse ido tan rápido,
tan de repente, no debió irse así, aunque muy en el fondo sabía que pasaría pero no quería aceptarlo,
quizá en eso me parecí a él,, siempre vivir sin pensar en mañana.

Por qué les digo ésto. Porque es lo que ocupa todo el tiempo mi mente y el motivo por el cual me ausento tanto del blog, quiero sacarlo y aquí considero es el lugar ideal, ya que ustedes lo ven desde afuera.

Hace meses que no puedo leer y oír algo nuevo, es como si viviera en el hastío,
nada me satisface lectura y auditivamente, no sé si es temporal o permanente, pero así vivo.
Cuando redacto cada entrada la canción que ven de titulo es lo que realmente oigo al escribirles,
pero también es lo que el reproductor suena, no lo escojo yo.

Esta es una de tantas historias, pero digamos que éste es el comienzo.

Espero que sus días estén llenos de tranquilidad, les dejo abrazos galácticos.